La Diócesis de Ourense ha presentado a finales de noviembre, mes en que se celebra la jornada de la Iglesia Diocesana, su memoria de actividades correspondiente al año 2021 en un acto abierto a la sociedad ourensana que estuvo arropado por la presencia de distintas autoridades locales, representantes de instituciones y entidades sociales, colegios y congregaciones religiosas.
El agradecimiento fue la nota dominante en esta jornada en la que, lo que se buscaba era poner rostro a la realidad que se encuentra tras los números, más allá de desglosar algunas cifras, como:
– el millón y medio de horas que dedican a la actividad pastoral tantas personas movidas por su fe, – las más de 33.400 personas asistidas por Cáritas, – los 108.000 euros con los que Manos Unidas ha sacado adelante proyectos de respuesta a la emergencia social en países en vías de desarrollo, – los 68 proyectos de construcción o rehabilitación del patrimonio religioso y cultural llevados a cabo en el año 2021 en nuestra Diócesis, – las más de 24.000 personas que visitaron la Catedral de Ourense a pesar de tratarse de la memoria de un año en el que nos encontrábamos afectados aún por la pandemia de la covid-19.
El testimonio ofrecido por niños, jóvenes, sacerdotes, religiosas, alumnos y profesores, voluntarios, monitores… nos dejaba una nota en común: el agradecimiento por todo lo que día a día se vive, tanto positivo, en forma de esfuerzo y entrega, como haciendo frente a las necesidades y dificultades de muchas personas que encuentran ayuda en la Iglesia.
También Monseñor Lemos Montanet, en su intervención final, quiso dar las gracias a las personas que con su colaboración hacen posible todo lo que la Iglesia es y hace cada día en Ourense: «sin esa colaboración, no podríamos, tan siquiera, mantener en pie la mayor parte de nuestros templos del mundo rural. Hoy es un día para dar gracias».
Un reto muy especial:
En esta presentación de la memoria de actividades de la Diócesis se quiso fijar un reto muy especial: plantear a los presentes un proyecto y tratar de que, a lo largo de este año, juntos, seamos capaces de alcanzarlo. En este caso, se trataría de una necesidad acuciante a la que se enfrentan cada día los trabajadores y voluntarios de Cáritas en el comedor social: la importancia de la ayuda psicológica para sus usuarios. Tal y como explica María Tabarés, directora de Cáritas Ourense, «los usuarios del comedor muchas veces necesitan una ayuda que va más allá de un plato de comida. Algunos se encuentran en situaciones complicadas de las que es muy difícil salir sin ayuda, o incluso están tomando una medicación de la que nadie, salvo nosotros como trabajadores de Cáritas, realiza un seguimiento. Hay un perfil de personas al que, por su estilo de vida, tener programada una cita con el psicólogo dentro de tres meses no le soluciona un problema que afecta a su día a día. Para ellos, llegar al comedor y, además de alimentarse, encontrarse a una psicólogo que les conozca, les atienda, esté pendiente de su medicación y les realice un seguimiento, sería un salto importante a la hora de mejorar su situación». Este reto supone conseguir 3.600 euros para cubrir la presencia, durante un año, de un psicólogo que esté un día a la semana en el comedor social de Cáritas.
Agradecimiento especial en esta jornada también al director comercial de Cope Ourense, Vidal López, que presentaba el acto, y a Felipe Iglesias que nos acompañó musicalmente, siendo todo ello el ejemplo más gráfico de que juntos, aportando cada uno lo mejor de nosotros mismos, podemos conseguir grandes cosas.
El agradecimiento fue la nota dominante en esta jornada en la que, lo que se buscaba era poner rostro a la realidad que se encuentra tras los números, más allá de desglosar algunas cifras, como:
– el millón y medio de horas que dedican a la actividad pastoral tantas personas movidas por su fe, – las más de 33.400 personas asistidas por Cáritas, – los 108.000 euros con los que Manos Unidas ha sacado adelante proyectos de respuesta a la emergencia social en países en vías de desarrollo, – los 68 proyectos de construcción o rehabilitación del patrimonio religioso y cultural llevados a cabo en el año 2021 en nuestra Diócesis, – las más de 24.000 personas que visitaron la Catedral de Ourense a pesar de tratarse de la memoria de un año en el que nos encontrábamos afectados aún por la pandemia de la covid-19.
El testimonio ofrecido por niños, jóvenes, sacerdotes, religiosas, alumnos y profesores, voluntarios, monitores… nos dejaba una nota en común: el agradecimiento por todo lo que día a día se vive, tanto positivo, en forma de esfuerzo y entrega, como haciendo frente a las necesidades y dificultades de muchas personas que encuentran ayuda en la Iglesia.
También Monseñor Lemos Montanet, en su intervención final, quiso dar las gracias a las personas que con su colaboración hacen posible todo lo que la Iglesia es y hace cada día en Ourense: «sin esa colaboración, no podríamos, tan siquiera, mantener en pie la mayor parte de nuestros templos del mundo rural. Hoy es un día para dar gracias».
Un reto muy especial:
En esta presentación de la memoria de actividades de la Diócesis se quiso fijar un reto muy especial: plantear a los presentes un proyecto y tratar de que, a lo largo de este año, juntos, seamos capaces de alcanzarlo. En este caso, se trataría de una necesidad acuciante a la que se enfrentan cada día los trabajadores y voluntarios de Cáritas en el comedor social: la importancia de la ayuda psicológica para sus usuarios. Tal y como explica María Tabarés, directora de Cáritas Ourense, «los usuarios del comedor muchas veces necesitan una ayuda que va más allá de un plato de comida. Algunos se encuentran en situaciones complicadas de las que es muy difícil salir sin ayuda, o incluso están tomando una medicación de la que nadie, salvo nosotros como trabajadores de Cáritas, realiza un seguimiento. Hay un perfil de personas al que, por su estilo de vida, tener programada una cita con el psicólogo dentro de tres meses no le soluciona un problema que afecta a su día a día. Para ellos, llegar al comedor y, además de alimentarse, encontrarse a una psicólogo que les conozca, les atienda, esté pendiente de su medicación y les realice un seguimiento, sería un salto importante a la hora de mejorar su situación». Este reto supone conseguir 3.600 euros para cubrir la presencia, durante un año, de un psicólogo que esté un día a la semana en el comedor social de Cáritas.
Agradecimiento especial en esta jornada también al director comercial de Cope Ourense, Vidal López, que presentaba el acto, y a Felipe Iglesias que nos acompañó musicalmente, siendo todo ello el ejemplo más gráfico de que juntos, aportando cada uno lo mejor de nosotros mismos, podemos conseguir grandes cosas.